martes, 20 de noviembre de 2012

escuela rural mexicana


 ANTECEDENTES DE LA ESCUELA RURAL

La educación en México ha pasado por diversas etapas, a partir de la época prehispánica. Desde entonces, hasta la época actual, las escuelas se han visto diferenciadas, en mayor o en menor medida, por género, clase social, ubicación (rural, urbana o semi-urbana), ideología (dogmática, socialista, popular), por el tipo de financiamiento que reciben (pública o particular), de acuerdo con el tipo de organización (unitaria, bi-docente, comunitaria). La escuela rural surge como una respuesta del Estado Mexicano ante el elevado índice de analfabetismo en el país, representado principalmente por la población rural, a fines del siglo XIX.
Algunas experiencias exitosas de escuelas rurales en México y el mundo, comparten un aspecto: la necesidad imperiosa por satisfacer la realidad inmediata de los alumnos, por lo cual, dependiendo de las circunstancias de la población atendida, se desarrollan estrategias que convierten a la educación rural en una herramienta útil y dinámica para la vida cotidiana.

2.1 Las primeras escuelas rurales en México

La escuela rural mexicana es una experiencia educativa que se ubica en los inicios del siglo XX; sin embargo sus antecedentes están en el siglo anterior, en el mundo
Occidental, que por efecto del desarrollo de sus fuerzas productivas había entrado en una etapa de transformaciones profundas, lo cual también influyó en los países con poco desarrollo.
Muchos de los intelectuales del siglo XIX pensaron sin duda en una escuela como la escuela rural mexicana, particularmente los maestros participantes en los congresos pedagógicos de 1889 y 1891. Algunas de las comisiones ya hablaban de “escuelas rurales, maestros ambulantes y colonias infantiles” también hablaban de una Escuela
Primaria de Instrucción Superior, pero era sólo a nivel de propuesta.
La creación de escuelas rurales se dificultó por la oposición de caciques locales que durante el Porfiriato dominaban la vida económica y social de las comunidades, y a quienes no convenía que los habitantes de aquellas regiones adquirieran conocimientos y reclamaran por las condiciones de explotación en que vivían y por el despojo de sus propiedades. A fines del siglo XIX la situación educativa del país se encontraba en serios conflictos, con una población eminentemente rural y un analfabetismo del 85%.

La educación para la población del campo estaba presente en “los planes políticos más importantes como el de San Luis, el de Ayala, el famoso decreto del Plan de
Guadalupe…” (Solana 1982). Sin embargo, es en la Constitución de 1917 en donde surge un proyecto de educación que llega al pueblo, a la sociedad en general y especialmente al sector campesino: la escuela rural.
El proyecto educativo de José Vasconcelos, primer Secretario de Educación (1921-
1924) impulsó la escuela rural en México que surge por iniciativa del Departamento de
Cultura Indígena con la idea de enviar a maestros misioneros que debían recorrer el país para localizar a las comunidades que requerían atención. Posteriormente se optó por preparar maestros monitores, es decir, jóvenes de las mismas comunidades para que se desempeñaran como profesores bajo la orientación de maestros. Estas escuelas se empezaron a llamar Casas del Pueblo, en las que un maestro atendía todos los grados, posteriormente conocidas como escuelas rurales. Se les llamó así tratando de reflejar la estrecha relación de la escuela con la comunidad.
La escuela rural mexicana se puede definir como lo escuela del pueblo, ya que surge como una demanda de la población mayoritaria del país. Los maestros que participaron en esta obra fueron muchos; sin embargo, sin disminuir el mérito de ninguno, se puede mencionar además de Vasconcelos, a Rafael Ramírez Castañeda,
Moisés Sáenz Garza y Narciso Bassols García.
La escuela rural mexicana realizó una obra eminentemente social, al ofrecer a niños, jóvenes ya adultos una preparación con elementos curriculares; promovió además actividades prácticas como técnicas de cultivo, crianza de animales domésticos, prácticas de higiene, se convirtió en el centro de divulgación ideológica.
Las comunidades impulsadas por la escuela rural alcanzaron un mejor desarrollo porque se promovió la fundación de nuevos centros de población, se ampliaron las áreas de las casas habitación y de los centros de higiene, se realizaron campañas de salud e  higiene, se instruyó sobre técnicas de conservación de alimentos, se propició la participación de la comunidad en festivales y deportes.

2.2 La educación rural mexicana en la actualidad

En las últimas décadas, las opciones educativas de nivel básico para la población rural en edad escolar han sido:
- Cursos Comunitarios a cargo del Consejo Nacional de Fomento Educativo
(CONAFE), entidad del gobierno federal que atiende a niñas, niños y jóvenes que viven en las comunidades más pobres y apartadas del país que no disponen todavía de escuela debido al reducido número de habitantes. El servicio educativo se ofrece a través de instructores comunitarios que imparten enseñanza equivalente al nivel preescolar, primario y secundario. Este servicio educativo es atendido por jóvenes que han cursado hasta el nivel de secundaria o bachillerato y que reciben una beca para continuar sus estudios como incentivo por su participación en este programa.
Los programas educativos del CONAFE son diseñados considerando las diversas características culturales, sociales, económicas y escolares de las comunidades para adaptar la enseñanza a sus necesidades específicas. En ese contexto se inscriben las modalidades de Educación a Población Indígena y el Modelo Educativo Intercultural para Población Infantil Migrante.

- Escuelas Multigrado. Modalidad educativa que se ubica en comunidades rurales e indígenas en las que hay por lo menos diez niños en edad escolar..La escuela multigrado implica la presencia de un profesor para atender dos grados o más en un mismo grupo. Las escuelas multigrado en el país representan alrededor del
50% de los planteles de educación primaria y atiende cerca del 15% de la población escolar7.
Entre los aspectos que afectan la calidad educativa en las escuelas multigrado se encuentran: fuerte irregularidad del servicio, tiempo reducido de clases en la jornada escolar, insuficiente dominio en la estrategia de enseñanza, prácticas centradas en la repetición y mecanización, poco aprovechamiento de los recursos educativos disponibles, y débil vinculación pedagógica con los padres de familia8.

- Escuelas rurales de organización completa.
Son planteles que funcionan de la misma manera que las escuelas urbanas de educación básica, es decir, cuentan con docentes para cada grado. En el caso de la secundaria, cada una de las asignaturas está a cargo de un profesor.
- Telesecundarias. Brindan a los grupos de jóvenes de las comunidades rurales que han concluido su educación primaria la posibilidad de continuar y concluir su educación básica. Para ello cuentan con espacios educativos, materiales, equipo informático, uso de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
En estos espacios se cuenta con un profesor de cada grado, el cual realiza su función apoyado con una programación transmitida por EduSat.
De acuerdo con los resultados más recientes de evaluaciones educativas nacionales e internacionales, son las escuelas rurales las que presentan más bajos niveles de logro académico. Esto hace evidente la desigualdad de oportunidades educativas y la necesidad de desarrollar nuevas opciones que promuevan la equidad y garanticen la calidad de la educación básica para niñas, niños y jóvenes de las comunidades rurales.

2.3 Modelos alternativos de educación rural en México y el mundo
Existen en la actualidad algunos modelos de educación rural que han tenido éxito en
México y en otras partes del mundo.
Uno de los propósitos comunes a estos modelos de educación rural es ayudar a la mejora sistemática de las condiciones y oportunidades de vida de las zonas rurales, así como erradicar la pobreza a partir de las opciones educativas, por lo cual se han tomado en cuenta las especificidades tanto políticas y económicas como culturales, de las distintas poblaciones. Otra constante que comparten la mayoría de estos modelos es la incorporación del saber popular y la tradición cultural de las comunidades en la metodología pedagógica de la escuela.


El CEIP en México
En el caso de México un modelo alternativo exitoso corresponde a la experiencia del
CEIP, Centro de Integración Popular, que es un modelo de educación dirigido a poblaciones marginadas, por lo que es aplicable en ambientes rurales y urbanos. Este modelo incluye la educación inicial y preescolar para atender a niñas y niños cuyas madres, la mayoría de las veces, trabajaban en zonas urbanas.
El CEIP trabaja con una metodología centrada en tres momentos igualmente importantes para el aprendizaje del niño: el trabajo individual, el trabajo en equipo y el de la comida y el juego. El material didáctico con el que se cuenta, en su mayoría es elaborado a mano, y se fundamenta en una metodología que retoma elementos del sistema Montessori y de otros enfoques como los estudios de Piaget.
El modelo facilita la exploración, respeta en todo momento el interés del niño así como su ritmo de aprendizaje; es él quien guía su propio proceso y la educadora sólo lo apoya y facilita. Con esta manera de aprender, el niño también conoce y ejerce sus derechos, aprecia la manera de vivir de su familia y su comunidad. Las educadoras son mujeres de las mismas comunidades, capacitadas por un equipo académico externo que le da seguimiento al programa hasta que este equipo de madres educadoras logra ser independiente.

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