domingo, 18 de noviembre de 2012

proyecto educativo: vientos de cambio


Los liberales y el proyecto
educativo: vientos de cambio

“A partir de la segunda mitad del
siglo xix los liberales concentraron
sus esfuerzos en diseñar un proyecto
9 Josefina Zoraida Vázquez, Nacionalismo y
educación en México, 1979, México, El Colegio
de México, p. 32.
educativo moderno bajo la dirección
del Estado. La idea central era formar
a los niños en la escuela, es decir,
contar con una educación formal, la
cual debía de atender de manera
especial la formación cívica del
niño”.10 Siguiendo esta línea, François
Xavier Guerra, señala que:
A través de la escuela se trasmiten
los cimientos ideológicos de
la enseñanza liberal: formar ciudadanos
leales e industriosos. Es decir,
individuos políticos nuevos,
leales a la nación, que actúen como
agentes económicos autónomos.11
Por tanto, todas las iniciativas
estarán encaminadas a lograr dicho fin.
Los años que van de 1856 a 1867
constituyen un período de gran actividad
en materia de legislación educativa.
Juárez, a la cabeza de un destacado
grupo de liberales, consideraba
más que urgente pasar de las meras
iniciativas a la normatividad en materia
educativa; sin embargo, mucho
de lo propuesto ya se había planteado
anteriormente, pero ahora se daba
fuerza a estas ideas al incluirlas en la
Constitución de 1857. El tema educativo
quedó incluido en el art. 3°:
“La enseñanza es libre; la ley deter-
minará qué profesiones necesitan
título para su ejercicio y con que requisitos
se debe expedir”.12
En 1856 se establece la secundaria
para niñas, importante iniciativa
que coloca la primera piedra en la
construcción de la formación de las
futuras maestras; para el año de 1857
se dan las bases para la fundación de
escuelas normales.
Después de concluir la guerra de
Tres Años, en 1861 se promulga La
Ley de Instrucción Pública para el
Distrito Federal y los Territorios Federales,
la cual establece un nuevo
plan de estudios para la educación primaria;
los aspectos de orden cívico
son considerados en la asignatura
“Lectura y leyes fundamentales”; es
evidente el interés de los liberales
por dar a conocer la nueva legislación
liberal entre los niños. En este mismo
plan, las asignaturas “catecismo religioso”
e “historia sagrada” son eliminadas
definitivamente del currículo
escolar por obvias razones como
consecuencia de la separación de
la Iglesia del Estado suscitado en el
año 1859; en su lugar, se establece la
materia de “moral”, que se aboca a
la enseñanza de los principios morales
y que se mantendrá hasta finales
del siglo xix.13
La línea estaba trazada; como lo
anota Josefina Vázquez: “había que
arrancar la educación de las garras
del clero y difundir ampliamente la
enseñanza”. La política educativa
liberal avanza, y en 1867, se presenta
La Ley Orgánica de Instrucción
Pública,
la cual señala que la instrucción
pública es gratuita para los
pobres y es obligatoria; la enseñanza
religiosa desaparece totalmente, por
lo menos en la legislación. Dos años
más tarde se publica La Ley Reglamentaria
de Instrucción Pública, que
establece la creación de la Escuela
Nacional Preparatoria, así como una
serie de cambios en los planes del
nivel primario y preparatorio.
El escenario educativo se había
transformado, aunque básicamente
en materia normativa; la realidad
educativa aún estaba es espera del
gran cambio; se requería de un presupuesto
importante para transformar
la precaria educación del país.
Los esfuerzos fueron constantes y no
se veía el desánimo entre los convencidos
de las bondades de la educación.
Ernesto Meneses señala que, desde
1823 hasta 1865, se aplicaron ocho
planes de estudio para primaria, en los
cuales las asignaturas básicas eran:
Lectura, Escritura, Aritmética y Catecismo
Político; es decir, la enseñanza
de materias básicas para la formación
elemental, pero también algunas nociones
de educación cívica; todo ello
fue considerado por los políticos e
interesados en promover un proyecto,
programa o solo algunas líneas sobre
la educación. Así, desde que México
obtuvo su Independencia,
el tema ha
estado sobre la mesa.
Con la Restauración de la República
en 1867, las asignaturas de
Urbanidad y Moral tuvieron a su cargo
la formación de valores en el niño; al
mismo tiempo se incluyó Rudimentos
de Geografía e Historia; la formación
cívico-histórica del futuro ciudadano
avanzaba sobre camino firme,
los liberales contaban ya con la base
normativa para la construcción del
gran proyecto educativo liberal. Porfirio
Díaz será el arquitecto de la modernidad
educativa del México de
entre sis

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